Aún no he aprendido a dar patadas
a las piedras que encuentro en mi camino.
Tal vez,
tenga miedo de que me duela.
O puede que crea que
no tengo suficiente fuerza.
Pero a veces me paro,
y las miro.
No las veo bellas,
ni tampoco me desagradan,
pues no son mas que piedras.
Pero me paro.
Y las miro.
Las miro sin ver nada en ellas
Las miro sin llegar a tocarlas
Las miro . . .
. . . y mientras
no camino.
MasdeVallia M. D., en 'Piedras'