Ha llegado la hora de retirarse. Estoy agradecido de todos, tanto de los amigos complacientes como de los enemigos frenéticos [...] Volveremos a vernos en el mar, en la tierra donde sea. Pórtense bien. . . Nicanor Parra, en 'Hasta luego'
No es que no haya pasado por esto antes, ni que desconozca este dolor que ha vuelto, si bien es cierto que aún no he muerto, hay un doloroso inventario en mis estantes.
Pero este dolor ha vuelto más sagaz y más agudo, más experto, mas práctico y astuto, se ha graduado y superado a si mismo, hoy tiene títulos, doctorados y pergaminos.
Se burla de mi inteligencia y me tortura la razón, me ensancha la herida y desgarra el corazón. . . .
Tal vez los recuerdos nunca se alejen y miles de historias aparezcan obstinadas cada noche al dormir. Tal vez una mañana, llegado el momento de despertar, al abandonar la cálida almohada que te hizo recordar compruebes que las historias desvanecen y nuevas ilusiones te hacen soñar. Carlota D.M., en 'Las historias desvanecen' *Imagen adquirida de la web, desconozco la autoría
Pasé el pincel pequeño con mucho cuidado
de no manchar la piel.
Esperé que secaran
y luego repetí el procedimiento
uña por uña:
no se veía ni un milímetro de las uñas originales.
Me dio una repentina
claustrofobia incontenible
como si me hubiera enterrado a mí misma
bajo un manto sintético.
El quitaesmalte
en pocos segundos
devolvió las uñas a la superficie.
Alivio.
Las manchitas blancas
que las uñas a veces tienen
me saludaban alegres
y parecían
margaritas salvajes en un campo soleado.