No hace mucho fijé mi atención en este cuadro de René Magritte en el cual, supuestamente, se retrata a Madame Recamier (Juliette) postrada en el diván. Recamier era una dama famosa por su belleza y elegancia en el París de finales del siglo XVII y principios del XVIII, sedujo a toda la galantería masculina de la capital.
La composición me hizo pensar en lo efímero que es nuestro paso por la vida. En ocasiones perdemos el tiempo pensando en cosas vanales y derrochamos los pequeños -importantes- detalles que la vida nos aporta.
(Madame Récamier, 1951, de René Magritte)