Carmen Amoraga, Premio Nadal 2014 por su obra 'La vida era eso'.
'Esta es una novela que trata sobre la pérdida y la superación', ha dicho la autora
Puede que los detractores de las redes sociales y las nuevas formas de relacionarse en la era de las pantallas comiencen a ver con otros ojos la interacción digital gracias a la novela ganadora del Premio Nadal 2014 en su edición del 70º aniversario. De ello trata 'La vida era eso', la obra de la autora valenciana Carmen Amoraga distinguida en la tradicional velada literaria de la noche de Reyes, en el Hotel Palace de Barcelona.
La insistencia de Amoraga finalmente tuvo su recompensa, siete años después de quedar finalista del más longevo y prestigioso de las letras españolas con Algo tan parecido al amor en 2007. Y el segundo puesto ya parecía ser un sino con ribetes de maldición para la escritora nacida en Picaña (Valencia) en 1969, porque también quedó finalista en 2010 en este caso del cuantioso Premio Planeta de Novela con El tiempo mientras tanto.
En todo caso, Amoraga ha conseguido trepar al podio, manteniéndose fiel a sus temas más preciados: el amor, los sentimientos y la forma en que cada uno se apoya en el otro para superar las adversidades. "Esta es una novela que trata sobre la pérdida y la superación. Y contarlo es la mejor manera de superarlo a pesar de que, con las redes sociales, las formas de contarlo hayan cambiado", dijo la autora agradecida al recibir el galardón de manos de Ana María Matute. "La literatura tiene un efecto mágico y terapéutico para quién lee y escribe", sintetizó Amoraga en relación al tema de fondo: "Aprender a perder es aprender a vivir".
La vida era eso, su séptima novela, es la enternecedora historia de una mujer muy poco próxima a las redes sociales, con dos hijas pequeñas y un marido enfermo de cáncer. Tras la inevitable muerte del consorte, Giuliana, tal es el nombre de la protagonista, descubre a través de la red de relaciones y amigos virtuales que hereda de su pareja, la gracia de la interacción.
La compañía, el apoyo, todo cuenta a la hora de superar el duelo. Y de alguna forma, la actividad en las redes le ayuda a Giuliana a enfrentarse al dolor de la pérdida y a situarse de otro modo en el mundo.
La novela está narrada en tercera persona, pero focalizada desde la mirada y el sentimiento de la protagonista. A pesar de la dureza de su tema, Amoraga echa mano con sabiduría de un afilado sentido de humor, habitual en sus anteriores novela. Y como rasgo distintivo de 'La vida era eso', el jurado del Premio Nadal compuesto por: Germán Gullón, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello, Ángela Vallvey y Emili Rosales, destaca la reelaboración literaria del lenguaje actual de las redes sociales, a través de comentarios, chats, correos electrónicos y demás, que utiliza Amoraga como materias primas de su narración, a los que se suman breves flashback e incluso sueños que dan cuenta de la relación de pareja de la protagonista, abortada por la prematura muerte del marido.
Si en la edición 2013 del Premio Nadal, el periodista cultural Sergio Vila-Sanjuán distinguido con Estaba en el aire fue una grata sorpresa, porque parecía indicar el regreso al espíritu originario del galardón -más preocupado en descubrir voces narrativas que en refrendar a los autores consagrados-, en caso de Carmen Amoraga, oscila entre las dos aguas. Por un lado se trata de una autora muy poco conocida para el gran público, pero por otro, cuenta con una trayectoria ya consolidada.
En la velada de esta noche también se distinguió al mejor narrador catalán con el Premi Josep Pla de prosa en lengua catalana. El arqueólogo Albert Villaró (Seu d'Urgell, 1964) se impuso con 'Els Ambaixadors', que trata de una especulación histórica ambientada en 1940: qué hubiera pasado en Cataluña si el desenlace de la revolución de octubre de 1934 hubiese sido otro.