. . . donde la discreción y la prudencia no tienen cabida y las palabras adquieren la dimensión justa de lo que cada cual esté dispuesto a percibir.

Montparnasse




He vuelto mil veces a Montparnasse.
La gente en Montparnasse era elegante, distinguida y cortés.
Hoy es elegante, distinguida, apresurada y hambrienta.
Por eso la Coupole está siempre a rebosar:
se come, se bebe y se está en París.
Los camareros ya saben que el mundo está allí
y lo administran sabiamente.
Lo ordenan, lo dirigen y son felices.
Tal vez me siento en la silla de Hemingway,
tal vez abro ostras como él.
Quizás me encuentre con el fantasma de Carlos Gardel
o la sombra de Josephine Baker.
No me gustaría cenar con Sartre o Simone de Beauvoir,
me parecen muy serios y yo quiero comer tranquilo,
beber tranquilo, reír y gozar de mi compañía.
Y no pensar en la cuenta.
Ni en los fantasmas.

Miguel Ángel Yusta, de 'Teoría de luz'


*Imagen adquirida de la web, desconozco la autoría

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