Cuando un sentimiento pugna por salir
no le niegues la libertad
Lo sentí: no fue una separacion sino un desgarramiento:
quedó atónita el alma, y sin ninguna luz
se durmió en la sombra el pensamiento.
Así fue; como un gran golpe de viento en la serenidad del aire.
Ufano, en la noche tremenda, llevaba yo en la mano,
una antorcha con que alumbrar la senda,
y que de pronto se apagó:
la oscura asechanza del mal y del destino,
extinguió la llama y mi locura.
Vi un árbol a la orilla del camino y me senté a llorar mi desventura.
Así fue, caminante que me contemplas con mirada absorta y curioso semblante.
Yo estoy cansado, sigue tu adelante:
mi pena es muy vulgar y no te importa.
Ame, sufrí, gozé, sentí el divino soplo de la ilusión y la locura;
tuve una antorcha, la apagó el destino,
y me senté a llorar mi desventura a la sombra de un árbol del camino.
Luís G. Urbina, en 'así fue'
* Imagen adquirida de la web, desconozco la autoría